9 de marzo de 2007

mónadas en la noche

Agarrar un viejo libro y ver que tiene un señalador en la sección central no es nada del otro mundo, ver que hay partes resaltadas con fibrón que uno no puede recordar se convierte inmediatamente en algo raro, eso sí es confuso.
Recorro las primeras cien mónadas casi sin leer, recordando. Luego busqué las demás mónadas resaltadas para deducir cuándo había releído el libro. Fue el año pasado.

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